Exigencia de gobernador de Puerto Rico causa dimisiones de miembros del Ejecutivo
El Gobierno de Puerto Rico exige pleno compromiso y transparencia con el proyecto del Ejecutivo que lidera Ricardo Rosselló, causa de que un número en aumento de miembros de su gabinete hayan abandonado sus cargos.
Rosselló demanda desde el primer día que llegó al cargo, en enero de 2017, a su equipo de confianza un compromiso total con el Ejecutivo y ejecutoria incuestionable, lo que le ha costado el puesto a varios de sus colaboradores cercanos.
Aunque la dimisión ha sido la forma en que los funcionarios han salido del Ejecutivo, Rosselló fue clave al exigir responsabilidades en este baile de puestos agudizado estas últimas semanas pero que tiene su origen en finales del año pasado.
La muestra de que ese compromiso es algo más que palabras se evidenció en noviembre, cuando Rosselló se reunió con su gabinete para pedir a los miembros la firma de una carta de dimisión sin fecha ante la posibilidad de que el Ejecutivo que encabeza decidiera prescindir de sus servicios.
El comunicado gubernamental que justificó la iniciativa hablaba de la exigencia “de compromiso y entrega total en el trabajo que tienen que realizar para continuar la recuperación de Puerto Rico”
los miembros del Ejecutivo.
El secretario de la Gobernación, William Villafañe, dijo entonces que aquel que no estuviera dispuesto a realizar su trabajo no debería estar en el equipo liderado por Rosselló.
“Si el gobernador está día a día trabajando para sacar a Puerto Rico adelante, lo menos que se espera de sus funcionarios es el mismo compromiso”, dijo Villafañe.
El secretario de la Gobernación fue uno de los que, paradójicamente, abandonó el cargo en fechas recientes, la pasada semana, consecuencia del polémico “chat” de Whatsapp del expresidente de la Comisión Estatal de Elecciones Rafael Ramos, quien en febrero renunció al cargo.
Ramos consultó, presuntamente, decisiones a miembros del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP) que debía tomar como presidente de la Junta de Inscripción Permanente (JIP) del municipio de Moca sobre el voto de personas que por enfermedad no pueden ejercer su derecho físicamente.
En ese “chat” aparecía Villafañe junto a la secretaria asociada de la Gobernación, Itza García, y la responsable de la Administración para el Sustento de Menores (Asume), Waleska Maldonado, entre otros.
Todos abandonaron sus cargos tras presentar su dimisión al gobernador, que previamente había solicitado su renuncia de forma pública.
El director del Sistema de Emergencias 9-1-1, Héctor Torres Calderón, y la directora del Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), Carmen Vega Fournier, fueron otros de los que se quedaron por el camino al presentar su dimisión durante los pasados meses.
El que fuera director de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) Ricardo Ramos se quitó de en medio tras el confuso asunto del contrato firmado con Whitefish Energy Holding, una empresa con escaso bagaje y un unos pocos empleados que consiguió un importante acuerdo con el Gobierno de San Juan, tras el huracán María.
Ramos siguió al director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead), Abner Gómez, quien a comienzos de noviembre se desvinculó de la agencia pública en circunstancias tampoco suficientemente aclaradas pero bajo rumores de un compromiso insuficiente.
La última en la lista fue Angelimarí Rodríguez Pabón, que provocó polémica tras hacer alarde en las redes sociales de su “puestazo” en el Gobierno y pedir que se exterminara a los manifestantes del 1 de mayo, una marcha que se saldó con enfrentamientos policiales.
Rosselló no parece preocupado, por el momento, por la creciente lista de puestos de confianza que se van quedando por el camino y ha insistido en sus intervenciones en la necesidad de transparencia y de que ningún asunto menor interfiera el objetivo de que Puerto Rico retome el camino del crecimiento económico y unas finanzas públicas saneadas. EFE
