Día Internacional

7 de noviembre de 1808: Batalla de Palo Hincado

Por Alvis Ponciano

La Batalla de Palo Hincado fue la gran batalla de la Guerra de la Reconquista de la colonia de Santo Domingo (hoy República Dominicana). Se luchó en la misma colonia el 7 de noviembre de 1808, en la sabana de Palo Hincado, cerca de El Seibo. Un ejército de criollos comandado por el cotuisano Juan Sánchez Ramírez derrotó a las tropas francesas del general Ferrand. Se considera como la primera reconquista española, esta batalla puso fin al control francés en la isla de La Española, marcando el inicio del período conocido como «España boba».

Los colonos españoles lucharon por mantener su nacionalidad y por preservar su identidad, ya que con la ocupación francesa que se inicia en 1802, los franceses pretendían hacer desaparecer una nación, la cual se había conformado en un proceso de más de tres siglos, con todos los elementos que componen la nacionalidad como el origen, la historia, la lengua, la religión y las costumbres.

En Higüey, el 3 de noviembre, al amanecer, el caudillo dominicano, al frente de sus hombres, organizó compañías y distribuyó armas y municiones. Muy temprano, las tropas se reunieron en el santuario de Nuestra Señora de la Altagracia y escucharon la misa. Al final de la ceremonia, recibieron la noticia de que los franceses estaban muy cerca de El Seibo. Sánchez Ramírez dio la orden de emprender la marcha hacia el oeste, para enfrentar al enemigo.

El 5 de noviembre, Sánchez Ramírez continuó organizando su ejército improvisado incorporando a los voluntarios que aún estaban llegando. El desarrollo y la distribución de armas y municiones fue a cargo del teniente Francisco Díaz. En la noche llegó una insinuación del general francés Ferrand, en la cual anunció que llegaría a El Seibo el 7. A la intimación de Ferrand, Sánchez Ramírez respondió que estaba dispuesto a medir su fuerza con los franceses.

Los reconquistadores llegaron a Palo Hincado entre las nueve y las diez de la mañana. El brigadier puso a Díaz en una posición de confianza en lo más alto del terreno, al frente de los casi trescientos combatientes que portaban fusiles. En el mismo lugar se instaló Sánchez Ramírez con su estado mayor, impartiendo órdenes para distribuir convenientemente sus tropas.

Al ver derrotados a sus batallones, el general Ferrand huyó precipitadamente hacia Santo Domingo con un grupo de oficiales supervivientes, perseguidos por un escuadrón comandado por el coronel Pedro Santana, padre homónimo del futuro presidente de la República. Los fugitivos ganaron terreno y cruzaron un río. El escuadrón detuvo la persecución allí, por temor a ser vulnerable en campo abierto, a merced de francotiradores que los esperaban. Esto permitió a los fugitivos detenerse y descansar en el valle de Guaiquía. En este punto, Ferrand, infeliz y dominado por el desaliento, se disparó en la cabeza.

Relacionados

Otros Artículos
Cerrar
Botón volver arriba