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Cuba y la práctica de la esclavitud moderna mediante trabajos forzados u obligatorios

Toda forma de trabajo forzoso está equiparado, por analogía, a la condición de esclavitud siendo que todos los países signatarios de la Convención contra la Esclavitud «Sociedad de Naciones 1926 / ONU 1955» están en la obligación ética y jurídica de hacer todo los necesario para impedir la práctica del trabajo forzoso ya que el mismo es una forma encubierta de esclavitud.

La OIT adoptó el Convenio 29 del año 1930 sobre prohibición de Trabajo Forzado u Obligatorio que censura esta perversa práctica política y laboral. La explotación laboral de seres humanos cubanos por la dictadura comunista no tiene cabida en dichas normas internacionales.

La esclavitud (equiparada a ello por analogía el Trabajo Forzado) es delito de lesa humanidad según el artículo 7o numeral 1o literal C del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y debe ser perseguido sin contemplación ya pornls CPI, ya por aquellos países que aplican el Jurisdicción Universal para impedir la impunidad de los mismos.

La Convención, que pretende llegar a la supresión de la esclavitud y de la trata de esclavos, condena la práctica del TRABAJO FORZOSO, así:

“Artículo 5
Las Altas Partes contratantes reconocen que el recurso al trabajo forzoso u obligatorio puede tener graves consecuencias y se comprometen, cada una en lo que concierne a los territorios sometidos a su soberanía, jurisdicción, protección, dominio (suzeraineté) o tutela a tomar las medidas pertinentes para evitar que el trabajo forzoso u obligatorio lleve consigo condiciones análogas a la esclavitud.

Se entiende:

1. Que a reserva de las disposiciones transitorias enunciadas en el apartado segundo siguiente, el trabajo forzoso u obligatorio no podrá exigirse más que para fines de pública utilidad.

2. Que en los territorios en los cuales el trabajo forzoso u obligatorio existe aún para otros fines que los de pública utilidad, las Altas Partes contratantes se esforzarán en ponerle término tan pronto como sea posible, y que, mientras subsista ese trabajo forzoso u obligatorio, no se empleará sino a título excepcional, con una remuneración adecuada y a condición de que no pueda imponerse un cambio del lugar habitual de residencia.

3. Y que, en todo caso, las Autoridades Centrales competentes del territorio interesado asumirán la responsabilidad del recurso al trabajo forzoso u obligatorio.”

Cuba y la práctica perversa del trabajo forzado que equivale a esclavitud:

Pese a la vigencia de la Convención contra la Esclavitud, la tiranía cubana ha venido esclavizando a su población durante casi 60 años de oprobio. Trata a su pueblo como sirvientes o parte de una servidumbre sumida en una vida en condición precaria, vulnerable y miserable. Sus gobernantes son responsables de la ejecución de trabajos forzados por grupos humanos bajo situación de dominación (sin libertad de decisión) razón por la cual deben ser condenados por la justicia internacional junto a sus cómplices y copartícipes de Brasil y Venezuela.

Mantener bajo la línea de la pobreza a los “súbditos” o “serviles” del Estado “revolucionario” es su principal objetivo.

La persona humana, en situación de supervivencia social y económica pierde la autonomía para ejercer sus derechos políticos fundamentales. Prefiere renunciar tácitamente a los mismos para no morir de hambre junto a sus familias. El Estado y el aparato de represión cubana, haciendo gárgaras con el discurso marxista socialista del hombre nuevo y la conquista proletaria del poder, degrada la dignidad humana de sus pobladores reducidos a la condición de meros “sirvientes” frente a una cúpula hegemónica y criminal que desde el poder político actúa para controlar todo, someterlos a todos y apropiarse de todo.

La modalidad más perversa es la implantación “oficial” por parte de la tiranía cubana de un esquema de esclavitud moderna vendiendo “la fuerza de trabajo” de médicos, enfermeras, entrenadores deportivos, agitadores sociales (sin contar agentes militares, de inteligencia y mercenarios de oscuro pelambre) a distintos países del mundo como a Venezuela, Brasil y otros.

El escándalo que acaba de salir a la luz pública en Brasil lo confirma: La nomenclatura o aparato organizado de poder criminal se queda con 7 mil dólares y a los médicos les “dan” solo un mil dólares por prestar sus servicios mediante contratos ilícitos, tramposos, inhumanos y degradantes de la dignidad humana, celebrados a espaldas de los gremios médicos del hermano país del fútbol y la samba.

Los jerarcas cubanos de la tiranía se valen de triangulaciones con la OPS y otros entes internacionales para darle viabilidad a sus actos ruines, a sus burdas fechorías.

Esta práctica criminal del régimen tiránico cubano, que entraña el más atroz de los delitos, viene siendo replicada en Venezuela desde 2006 donde los opulentos líderes del fracaso comunista antillano reciben hoy unos 80 mil barriles diarios de petróleo y triangulan todo tipo de suministros al gobierno títere de su peón Nicolás Maduro Moros, mientras los explotados reciben, si acaso, las migajas por la utilización en condiciones miserables e ilegales de su trabajo.

El régimen cubano no puede seguir burlándose de sus nacionales, a los que bajo la fuerza de la coacción o constreñimiento político e ideológico explota en condiciones de esclavitud moderna, dentro de una política de Estado para apropiarse del esfuerzo y el sacrificio de sus profesionales.

Tampoco debe permitírsele que se mofe de la comunidad internacional, porque es sabido están vigentes Convenciones y Tratados internacionales para impedir toda forma de esclavitud. El régimen despótico cubano es expresión de un Estado forajido, una empresa criminal, un aparato organizado de poder delictivo que apela a la esclavitud (tradicional y moderna) de su pueblo para perpetuar su modelo represivo de dominación política, social y económica de la persona humana sin que haya instancia ante la cual rindan cuentas y respondan por tan graves violaciones a los DDHH.

Además de la neo-esclavitud laboral, descubierta en Brasil, es sabido que el régimen cubano apela a los más conocidos métodos de esta nueva forma de esclavitud (moderna o contemporánea) que se engloban en este conjunto son la trata de seres humanos, los trabajos forzosos, la servidumbre por causas penales, la servidumbre por causa de deudas y la servidumbre o la explotación sexual.

Vendrán buenos y mejores tiempos en Venezuela. La dictadura de Maduro Moros, monigote de los opresores cubanos, saldrá del poder más temprano que tarde y se pondrá fin al esquema de dominación que ejercen sobre nuestro pueblo y se acabará la situación de esclavitud moderna de la que se nutre los parásitos que dirigen el fallido comunismo cubano.

Oremos y luchemos para que cese toda forma de esclavitud asociada a la dominación biológica y política de la vida humana y para que la soberanía, la justicia, la autonomía y la independencia de Venezuela imperen de nuevo y nunca jamás se ultraje la dignidad humana de los venezolanos ni de ningún pueblo hermano del mundo. EFE

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