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Equipos para politécnico están almacenados hace nueve años en Samaná

A pocos kilómetros del centro de Samaná, el destino turístico donde hay casitas de colores que atraen a muchos, y un atractivo muelle, existe una dura situación que golpea a la educación de esta provincia y al futuro de jóvenes en los que descansa la esperanza de sus familias para echar hacia adelante.

Cuando se accede al Politécnico Profesora Natividad Zuleyka de Acosta, la primera impresión, acompañado de una pregunta, gira en torno a sí, realmente, esto es un centro educativo.

El deterioro es evidente desde su entrada y el caos que impera allí se nota en los pasillos del plantel.

Bulla, basura, motocicletas y pasolas son los primeros elementos que se perciben al entrar al terreno, que también es compartido con la extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Las expectativas con las que se iniciaron las gestiones para abrir el politécnico son muy diferentes a lo que muestra la realidad. En el 2010, España donó los equipos con los que se impartirían las prácticas en el centro, en sus cinco áreas técnicas: refrigeración, informática, turismo, gastronomía y electricidad.

Estos equipos están guardados desde ese año en un almacén. Han pasado nueve años y la donación de España todavía no ha tenido frutos.

Cuando conocimos la situación pedimos al director del politécnico, Amable García, concedernos una entrevista y mostrarnos los equipos. A esto, se negó alegando que de ese lugar “se ha escrito hasta decir ya”, denotando un desinterés para que se conociera lo que ocurría allí.

Fuimos por decisión propia al plantel y entonces, uno de los docentes, creyendo que era una estudiante de Comunicación y hacía un trabajo social, reveló porqué al politécnico no ha llegado el 4% para la educación, ni la calidad que tanto se pregona.

Según él, en ese lugar no hay electricidad. Solo la dirección tiene energía gracias a la UASD y es para sacar copias de documentos. A la oficina del orientador le pasaron una extensión, para conectar un abanico y una computadora.

Los estudiantes no tienen comedor para desayunar o almorzar. Ellos comen en las mismas butacas en las que reciben docencia. En los cursos no hay abanicos por falta de electricidad y el calor agobia y desconcentra a los alumnos.

Y por si fuera poco, teniendo unos equipos que esperan por su instalación, son los mismos jóvenes los que tienen que llevar artículos de su casa para realizar las prácticas.

Quien nos facilitó la información comentó que se necesitaba un transformador que ya fue instalado, pero ahora es la dieta de los técnicos del Ministerio de Educación lo que hace falta, quienes fueron en una ocasión a empezar el trabajo, pero tuvieron que irse porque se les acabó el dinero de su estadía en Samaná.

“Eso con disposición realmente se logra. Lo de los equipos nos preocupa mucho. Está fuerte”, son las palabras de ese maestro que reconoce que una carrera técnica no se realiza solo con la teoría.

En el abandono

El Politécnico Profesora Natividad Zuleyka de Acosta ha sido olvidado por las autoridades. Los estudiantes tampoco cuentan con un patio en donde puedan recrearse en sus horas libres.

Y así como reinan las necesidades de infraestructura (remodelación del centro, higienización de los baños, construcción de áreas…), también hace falta poner orden en las aulas. El ruido de los estudiantes empañaba el ambiente, cada quien estaba como Pedro por su casa.

De acuerdo con la fuente consultada, hay más desorden que lo habitual porque el primer nivel del politécnico es compartido con los estudiantes del Liceo José Gabriel pues esa escuela está en proceso de reconstrucción.

Una pizarra con un agujero en el medio recibe cada día a los estudiantes de una carrera técnica. En sus rostros se ve la pena por tomar clases así. Una de las alumnas se acercó al equipo del LD sonriendo porque pensaba que se estaban tomando fotos para remodelar el lugar y por fin, instalar los equipos donados por España.

El politécnico no está identificado. Solo tiene el nombre puesto en una cartulina realizada por los estudiantes donde se cita la declaratoria del 2019 como el “Año de la Innovación y la Competitividad”. Pero, ¿realmente han tenido ellos la experiencia de conocer de cerca estas palabras que deben impulsar el desarrollo?

Comunidades

Los estudiantes residen en pueblos como Arroyo Barril, Los Cacaos, Juana Vicenta, Los Algarrobos y Villa Clara.

Horarios

El politécnico es Tanda Extendida. Las clases se imparten de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.

¿Universidad?

En el mismo terreno del centro está la extensión de la UASD, en Samaná, que también sufre de deterioro.

Docentes

Hay maestros que laboran por contrato, pero ahora se les está exigiendo que vayan a concurso.

Ironía

Las puertas de los cursos están decoradas con cartulinas, con el nombre del área técnica, pero eso es sólo teoría.

Fuente: Listín

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