La publicación de ayer en el periódico Hoy, a cargo de la periodista Altagracia Ortíz, sobre el fraude en los trabajos «científicos» de aspirantes a residencias médicas, acrecienta en los dominicanos la más elemental de las emociones: miedo. Da horror leer de la autora que «(…) solo 60 de 5,000 artículos publicados en revistas médicas eran originales». !Apenas el 1.2 % de todos los textos! Es una indicación clara de que técnicamente todos son plagio o un engaño ridículo y bochornoso.
Una revelación con estas dimensiones implica una amenaza grave para el sistema nacional de salud, pues toca cada parte de él: desde la enseñanza hasta el propio ejercicio profesional. El dominicano que se enferma acude, en muchos casos, sin más conciencia que la de su quebranto, que podría estar en manos de inescrupulosos que obtuvieron el lugar que ocupan cometiendo acciones reprochables e ilegales.
