Los punteros Indios han promediado 23,844 fanáticos en el Progressive Field (77% de su capacidad) y si en los 22 partidos que restan suben a 26,962 alcanzarán los dos millones, una cifra que activaría un bono de US$150,000 para Edwin Encarnación.
Pero hoy al toletero romanense de la Tribu debe preocuparle más la lesión en su bíceps izquierdo que lo tiene en la lista de lesionados que ese pequeño incentivo por asistencias, puesto que gana US$18,6 millones este curso y tiene garantizado US$20 MM para 2019.
Quienes sí han visto cómo en la campaña 2018 se les han ido de las manos lomas de dólares que no hay chivo que las salte son Hanley Ramírez y Ervin Santana, el primero por un rendimiento por debajo y el segundo por salud.
Entre el bateador designado y el lanzador derecho han perdido la oportunidad de ganarse US$36 millones que estaban sujeto a tiempo de juego en la actual contienda. Casi RD$1,500 millones al cambio actual.
A ellos se suman las fortunas que han dejado de entrar a las cuentas de Robinson Canó, Welington Castillo, Jorge Polanco y Jorge Bonifacio, castigados por el uso de sustancias prohibidas. Son US$13,8 millones.
Ramírez necesitaba pegarle fuego al pitcheo para justificar su continuidad con los Medias Rojas para conseguir los 400 turnos que garantizaban un contrato de US$22 millones para 2020, suficiente como para el equipo pagar el salario de Mookie Betts, Xander Bogaerts, Eduardo Núñez, Andrew Benintendi, Rafael Devers y sobraba dinero.
Pero el 24 de mayo, cuando el de Samaná bateaba para .254, con 6 jonrones y 29 remolques en 44 partidos, el equipo renunció a ese compromiso al dejarlo libre cuando todavía les faltaban 302 turnos (unos 72 encuentros) para cumplir el requisito.
Ramírez sigue en la agencia libre y con 35 años para la temporada 2019 es poco probable que encuentre una oferta como la que se le ha ido de la mano, agregando el hecho de que solo ha jugado una temporada completa (2016) de las últimas seis.
Lesión cara
En diciembre de 2014, Santana acordó con los Mellizos el tercer contratos más grandes para lanzador dominicano sin ajuste por inflación, US$54 millones por cinco años (2015-2019), solo detrás del de Johnny Cueto (US$130 MM en 2017) y el de Pedro Martínez (US$75 MM en 1997).
Pero las cosas no han salido como estaban programadas. El sancristobalense se perdió los primeros 80 partidos de ese primer año por arrojar positivo a Stanozolol en una prueba de dopaje y dejó de cobrar US$5,9 millones.
Para activar el último año del pacto (2019) que pagaría US$14 millones Santana el contrato establece que necesitaba tirar 200 entradas este 2018. Pero en realidad eran 188.9, ya que en 2017 trabajó 211.1 y una segunda opción que garantizaría el dinero era tirar 400 capítulos entre 2017 y 2018.
Sin embargo, un dolor en el dedo mayor de la mano derecha de Santana que comenzó en 2017 requirió cirugía en febrero y no fue sino hasta 25 del mes pasado que pudo hacer su primera apertura, lo que imposibilitará alcanzar las entradas necesarias para asegurar el último pago.
Los suspendidos
A las cuentas de Canó dejarán de ingresar US$10,3 millones, a la de Castillo US$3,1, mientras que Polanco y Bonifacio perdieron US$244,720 y US$241,677, respectivamente.
Este cuarteto fue suspendido por 80 partidos y el dinero que estaban supuesto cobrar se quedó en las cuentas de los equipos.
Fuente: Diario Libre
