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Oso mató a un hombre que intentó tomarse una selfie con él

El hecho se registró en India, país en el que más personas mueren por intentar tomarse fotos en situaciones riesgosas.

El oso bezudo vive en praderas y bosques de llanura de la India, Nepal, Bangladés y Sri Lanka Wikifauna.

India tiene un récord tristemente célebre. Es, según un estudio de la universidad estadounidense Carnegie Mellon y el instituto Indraprasth de Tecnología de la Información en Nueva Delhi, el país del mundo en el que más muertes se registran por cuenta de las selfies. Entre 2016 y 2017, por ejemplo, fallecieron 76 personas mientras posaban para una auto foto.

“Este fenómeno es tan desastroso que, durante el año 2015, hubo más muertos por selfis que por ataques de tiburones en todo el mundo”, comentaron los investigadores.

Esta semana se reportó otra muerte de este tipo. El hecho se registró cerca de un bosque en el distrito tribal de Odisha. Allí, un oso salvaje acabó con la vida de Prabhu Bhatara, un taxista que quiso tomarse una selfie mientras el animal tomaba agua.

Según reseñan medios locales, el taxista no atendió las recomendaciones hechas por las autoridades, invadió el territorio del oso y tras un resbalón quedó a merced del animal que simplemente actuó por instinto. Lea también: India tiene el récord de “muertos por selfie”

Nada pudieron hacer los testigos para evitar el desenlace fatal de Prabhu Bhatara. Para rescatar el cadáver, policías llegaron al sitio y lanzaron dardos tranquilizantes al animal.

Este episodio pone de manifiesto una situación que actualmente es estudiada por sicólogos al rededor del mundo. De acuerdo con una investigación hecha por la Universidad de Bamberg en 2007, existen dos estrategias de publicidad relacionadas con las selfis: la primera es la autopromoción, es decir, resaltar los propios logros y habilidades para que otros nos perciban como personas capaces, inteligentes o talentosas, y la segunda es la autorrevelación, que consiste en dejar ver ciertos momentos y emociones personales con el objetivo de transmitir una imagen agradable y ganar así la simpatía, la confianza y el aprecio de los demás.

Al tratarse de un fenómeno cultural contemporáneo, los psicólogos están interesados en conocer cómo se sienten las personas al tomarse, publicar y ver sus propias fotos y las de los demás en una red social, así como las consecuencias que eso podría generar. En un reciente estudio, publicado en Frontiers in Psychology, Sarah Diefenbach, profesora de la Ludwig-Maximilians-Universität de Múnich, realizó una encuesta en línea para evaluar los motivos y juicios de las personas que se hacen selfis.

Además: El lado oscuro de las selfis

La entrevista la respondieron un total de 238 personas de Austria, Alemania y Suiza entre los 18 y 63 años. Los resultados arrojaron que el 77 % de los participantes normalmente se toman selfis, aunque el 67 % considera que podrían tener consecuencias negativas, para la autoestima, especialmente.

“Una de las razones por las que las personas suelen tomarse selfis tiene que ver con las estrategias de autopresentación generalizada, como la autopromoción y la autorrevelación”, dice Diefenbach. “La selfi como una autopublicidad hacia las audiencias o como un acto de autorrevelación, así como compartir un momento privado con el resto del mundo y esperanzadamente creer que genera simpatía, parecen ser los principales motivadores”, explica.

El 50 % de los participantes dijeron que se tomaban al menos una selfi al mes, el 27% una vez a la semana o más a menudo, y una sola persona dijo que se tomaba varias selfis al día. Pero para conocer la percepción de las personas sobre este fenómeno, el equipo de investigadores se centró en preguntar sobre seis aspectos relacionados con las consecuencias que podría traer esta práctica. Cuatro fueron considerados como efectos positivos de las selfis, mientras los otros dos fueron considerados negativos (un mundo irreal y una amenaza a la autoestima).

Fuente: El Espectador

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