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Preocupa la activa participación de jóvenes en horrendos crímenes

En la República Dominicana jóvenes entre los 18 y 25 años han participado en horrendos crímenes que no solo han estremecido a la sociedad, sino que ponen en evidencia la necesidad de incrementar las políticas públicas a favor de la juventud.

Conforme a expertos y estudios muchos son los factores que influyen en los jóvenes a la hora de incurrir en las acciones delictivas, como es el caso de la falta de oportunidades, de valores, deserción escolar, participación en estilos de vida riesgosos, hogares disfuncionales y las drogas.

La delincuencia juvenil es tal en el país que el Perfil del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal, elaborado en el 2015 por el proyecto Alerta Joven de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), fijó en los 13 años, la edad promedio en la que un adolescente comete su primer crimen. Además, estableció que de cada 10 delitos que se registran en el país, seis son cometidos por menores de 24 años.

Cifras inquietantes

A esos datos se suma, el informe estadístico del Observatorio de Seguridad Ciudadana del primer trimestre de este 2018, que revela se produjeron 325 homicidios, cuya cifra proyecta una tasa de 12.7 casos por cada 100,000 habitantes para el final del año. De ellos, la delincuencia asume el 30% de los homicidios, sobre todo los robos y atracos.

Desde la perspectiva sociológica y religiosa, el caso de los jóvenes infractores es muy complejo y pone en evidencia la falta de oportunidades y la necesidad que estos tienen de conseguir dinero por la vía rápida.

“La sociedad debe pensar más en reales oportunidades para los jóvenes, hay que tomar en cuenta que en esta sociedad hay muchos ejemplos de riqueza fácil, de llegar fácil, no hay una cultura del esfuerzo, eso se ha ido perdiendo poco a poco y aparentemente lo que hay en la superficie es que es fácil hacer fortuna y riqueza rápidamente y ese es el modelo que los jóvenes ven”, asegura el sociólogo César Cuello.

También sumó el deterioro que afecta a muchos de los hogares en el país, algunos desgarrados por la pobreza, el abandono de los padres, de los estudios y el vicio.

Cita como otro agravante de mucha influencia, la impunidad, ya que muchos funcionarios y políticos roban y malversa fondos en los altos niveles sin recibir sanciones, y ese sería un ejemplo a seguir por jóvenes que dejan los estudios para obtener dinero por la vía rápida.

A su juicio, el Estado necesita pensar seriamente en espacios para empoderar a la juventud, así como que los organismos del Estado llamado a brindar seguridad ciudadana cumplan con su papel.

“La sociedad necesita sentirse segura, hay un sentimiento de impotencia, de abandono, de que no podemos salir a la calle de que la gente seria y honesta está desprotegida, es un estado de desprotección y todos esos elementos combinados dan una situación de pesimismo que no es conveniente para ninguna sociedad”, apuntó.

Sostuvo que no bastan los programas a corto plazo, sino que debe desarrollarse una política integral que involucre la familia, las empresas, autoridades policiales, educativas, legisladores, la justicia, a todos los sectores.

Perspectiva religiosa

La óptica religiosa la expone el reverendo Fidel Lorenzo, presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE)), quien considera que se ha descuidado el modelo tradicional de familia, donde se enseñaban valores y principios para dar paso a un modelo consumista.

Destacó que hoy día las madres han tenido que ir a las calles para producir, pues muchos padres han abandonado el hogar.

“Se ha ido incrementando el número de hogares monoparentales donde los muchachos están creciendo sin un modelo de autoridad y un vacío afectivo enorme, a eso se suma la incapacidad del estado para dar respuestas y cumplir con el fortalecimiento de la familia, todo eso es un caldo de cultivo que hoy no se puede frenar”, apuntó.

También considera que se está abandonando la fe y se ha perdido el afecto en sí mismo.

“Hay poco valor a la vida, falta de respeto hacia el otro y menos precio por los demás, al punto de que matar a otra persona ya nos los inmuta”, recalcó.

Se suma al planteamiento de Cuello de que es un problema complejo, que para resolverse debe contar con el apoyo, de la escuela, la iglesia, la familia y el Estado, pues no se resolverá con operativos mediáticos sino con un plan integrar.

Plantea un reforzamiento de los valores del hogar, en los aspectos del amor, el respeto, la pureza, así como regresar el voto de confianza a los maestros en las escuelas para que contribuyan en la formación de los jóvenes.

Algunos crímenes

Entre las víctimas se encuentra Claudio Nasco, quien murió a manos de tres jóvenes de 18, 19 y 20 años, en diciembre del 2013. También fue asesinado por un joven de 20 años el productor de televisión Micky Bretón, en noviembre de 2009. En junio del 2006 fue ultimada en Santiago Vanessa Aybar Ramírez Faña, de 18 años, por el hecho fueron apresados tres jóvenes de 11, 22 y 25 años.

El más reciente de los casos fue el crimen de Anneris Peña Pérez, empleada de una joyería de la calle El Conde, del que está acusado un joven de 21 años.

Fuente: Diario Libre

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